Hoegaarden 2011 (I Capitulo)

Tres maletas muy llenas, una de ropa, otra de posavasos y una de mucha, pero mucha ilusión son las que nos han acompañado en este viaje tan esperado desde hacia tiempo.

Como siempre los nervios del viaje me han llevado a pasar un jueves muy ajetreado y nervioso, aunque ya hace tenia preparado todo el material que me quería llevar desde hacía días, siempre surgen temas a última hora, pero por fin me encontraba en la nueva terminal del aeropuerto de Barcelona, una joya moderna pero muy vacía de gente a esas altas horas de la madrugada, preparado para subir al avión, un Airbus 320 de Vueling en dirección al aeropuerto internacional de Bruselas, hay que decir que las turbulencias me hicieron pasar un mal rato, supongo que como no soy un habitual del avión, son normales con el mal tiempo que hacia en Barcelona y de viaje hacia el norte de Europa.

La llegada a Bruselas fue incluso hasta divertida, ya que desde que salí del avión hasta que llegue a donde salían las maletas que habíamos facturado recorrí casi todo el aeropuerto, escaleras mecánicas para arriba, escaleras mecánicas para abajo, cintas transportadoras, vamos un laberinto.

Luego vino la aventura del coche de alquiler ya que no se encontraba dentro del mismo aeropuerto, una pequeña excursión y todo solucionado, ya teníamos coche, así que rumbo a Bruselas.

Llegamos al hotel sin muchos problemas, ya que con un buen GPS te lleva donde sea, dejamos las maletas en el hotel, al lado del Parlamento Europeo, lo que se llega a cocer en ese edificio.

Nos dirigimos hacia Brujas la Venecia del norte, la Venecia de Bélgica, una pequeña ciudad surcada por canales como la ciudad italiana, casas tocando el agua de los canales nos han permitido disfrutar del recorrido primero a pie y luego en barca por las zonas más conocidas y turísticas de la ciudad, realmente muy recomendable.





Como los bombones belgas, vereis alguna muestra divertida incluso de ello, cantidad de tiendas donde comprar y degustar tan preciado manjar.



Si no os queréis gastar mucho dinero a la hora de comer, os recomiendo las hamburgueserías Quick, originarias del país y con el aspecto de cualquier otra famosa hamburguesería de origen americano.

También os quería enseñar una tienda donde se podían comprar y apreciar una cantidad enorme de cervezas belgas en todas sus variedades, tamaños, precios y con todo tipo de cristalería.



La vuelta al hotel no podía tardar mucho, a descansar, que entre el viaje y las vueltas que hemos dado por Brujas nos han hecho que nos fuésemos a dormir  muy pronto, que mañana toca madrugar para ir bien pronto y despejados a la reunión de Hoegaarden, pero eso será en otro capitulo.

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